La fundación de Estambul se encuentra recogida en muchas leyendas. En una de las mas conocidas  cuenta que en el año 650 a.c. los pobladores de la ciudad ribereña de Megera, bajo la dirección de su jefe Byzas, dejaron sus tierras en busca de otro lugar para establecerse. Según las costumbres de aquellos tiempos era necesario, antes de emprender un asunto importante, tenían que consultar al oráculo. Por esta razón visitaron el célebre oráculo de Delfos donde los adivinos del templo de Apolo aconsejaron a Byzas establecerse en la zona opuesta al país de los ciegos. Los emigrantes marcharon en busca de un lugar que mereciera tal denominación. En el paraje donde está situada la ciudad de Estambul vieron que una población se había establecido en la ribera asiática sin considerar ni contemplar, por lo visto, las ventajas del lado opuesto, dotado de un puerto natural tan seguro como lo era el Cuerno de Oro. Decidieron, pues, que esas gentes deberían estar seguramente ciegas y que por tanto esta era la tierra donde debían establecerse según el oráculo.
Bizantium entró en el dominio Romano más tarde hacía 100 a.c. En el año 306 d.c. Constantino el Grande hizo de la ciudad como la capital de Imperio Romano. A partir de esa fecha fue nombrada como Constantinopla. A los mediados de 400 d.c. era la época de perturbaciones en el imperio. Los bárbaros conquistaron el Imperio Romano mientras en el este (Imperio Romano de Este o Imperio Bizantino) Constantinopla siguió como capital. En el año 535 durante el reinado de Justiniano I las revueltas antigubernamentales destruyeron la ciudad. Pero la ciudad fue restaurada por Justiniano y añadió importantes monumentos como Santa Sofía.
El atributo que hizo la ciudad así tan deseable (su localización incomparable para el comercio y el transporte entre tres continentes) fue también su destino. Los persas, los árabes, los pueblos nómadas y la IV cruzada atacó Constantinopla. Finalmente los turcos otomanos conquistaron la ciudad con éxito en 1453. Estambul fue la capital de Imperio Otomano y también fue un centro militar para las campañas del ejercito otomano. A los mediados de 1500, Estambul era mayor centro cultural, político y comercial con una población de más de medio millón de habitantes. El imperio otomano continuó hasta que fue derrotado en la primera guerra mundial y Estambul fue ocupada por los aliados.
Cuando la Republica Turca se fundó en 1923, Kemal Ataturk trasladó la capital a Ankara pero Estambul ha continuado ampliándose dramáticamente la industria se ha desarrollado mientras el turismo ha crecido. Estambul sigue siendo la ciudad que crea su propia historia.



whatsApp